Imperialismo: Práctica por la que un estado a lo largo
de la historia ha procurado un dominio territorial más allá de sus fronteras,
desde la ocupación militar hasta la penetración pacífica. Por Imperialismo se
conoce al período comprendido entre 1870 y 1914, en que las grandes potencias
europeas, más EEUU y Japón, con un elevado grado de industrialización, se
lanzan a la conquista de los espacios vacíos de África y Asia en busca de
materias primas y mercados, formándose los grandes imperios coloniales.
Conferencia
de Berlín:
Conferencia diplomática celebrada en Berlín entre 1884 y 1885 para solucionar
los conflictos surgidos en la ocupación del continente africano. Fue promovida
por Bismarck, quién pretendía garantizar la libertad comercial en todas las
colonias. Todos los estados presentes acordaron la libre navegación por los
ríos, y que la posesión de las zonas costeras confiere el derecho de ocupar las
tierras del interior, así como el requisito imprescindible para la colonización
de la ocupación efectiva.
Metrópolis: Nombre que recibe el estado colonizador
que conquista, administra y domina a las colonias. En el siglo XIX se
desarrollaron profusamente los imperios coloniales de la Edad Moderna.
Colonias
o colonias de explotación:
En su sentido más amplio es todo territorio dependiente de otro. Pero más
estrictamente, es el sistema administrativo en territorios conquistados por el
Imperio Británico, donde dicho territorio no tenía gobierno propio y dependía
directamente de la administración de la metrópolis, que ejercía una verdadera
política de ocupación.
Colonias
de poblamiento o dominios:
Forma de organización administrativa de las colonias de poblamiento en el
Imperio británico, donde una abundante población europea se imponía a una
escasa población indígena, contando con un gobierno y un sistema parlamentario
propio, aunque mantenían relaciones de dependencia con la metrópolis, como es
el caso de Canadá o Nueva Zelanda.
Protectorado: Sistema administrativo de territorios
dominados por un gran imperio colonial, donde se respetaba teóricamente un
gobierno indígena, aunque la metrópolis creaba otro paralelo, que era el
dominante en la práctica. Ejemplos son el Protectorado ingés de Egipto o el
Marruecos de los franceses.
Mandato: Tras la 1ª Guerra Mundial nació este modo
de administración, por el cual los territorios coloniales de los países perdedores
en la guerra, pasan a ser administrados
por otras potencias coloniales en representación de la Sociedad de Naciones,
durante un período de tiempo limitado.
Áreas
de influencia: son
zonas que jurídicamente no dependen de ningún país, pero ciertas potencias
podían actuar allí sin apoderarse, con grandes privilegios comerciales
(Afrgnistán, China). Es el caso de las concesiones en china o la zona persa al
imperio británico.
Segregación
racial: Conjunto de
actitudes y comportamientos inspirados en la creencia en la desigualdad de las
razas, considerándose que el resto de razas indígenas o no europeas eran
inferiores a la raza blanca, negando derechos y privación de oportunidades a
los no nacidos en la metrópolis. El umbral máximo de la segregación racial es
la limpieza étnica, o eliminación masiva de las consideradas razas inferiores.
Empezó en la época del Imperialismo.
Boers: Eran granjeros errantes afrikáners,
grupo étnico de origen holandés, que se asentaron en las comarcas orientales
Sudáfrica para, ya a mediados del siglo XIX, emigrar al interior, donde
fundaron sus propias repúblicas, Transvaal y Orange. Las guerras de los boers
son los conflictos armados que enfrentaron a este pueblo con el Imperio
Británico a finales del siglo XIX, y que concluyeron en 1902, con la
desaparición de las dos repúblicas y la integración de los boers en el Imperio
Británico.
Era
Meiji: La Era Meiji o periodo Meiji son los años del reinado del emperador Mutsuhito,
desde 1868 hasta 1912.
Durante este periodo, Japón comenzó su
modernización, erigiéndose como potencia mundial; se abolió el feudalismo,
rompió su aislacionismo anterior y se lanzó a la conquista de Corea y Manchuria
para obtener materias primas y energía para su crecimiento económico,
convirtiéndose en gran potencia.
Doctrina
Monroe: La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase “América
para los americanos”, fue atribuida al presidente James Monroe en el año 1823. Dirigida
principalmente a las potencias europeas con la intención de que los Estados Unidos no tolerarían ninguna
interferencia o intromisión de las potencias europeas en América. La frase toma su sentido dentro del
proceso de imperialismo, y se presentó como defensa de los procesos
de independencia de los países sudamericanos (en especial en Centroamérica),
con la política del Big Stick o gran garrote, acuñada por el presidente
Theodore Roosevelt, a principios del siglo XX.
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