Es muy interesante este cuento escrito por un niño en edad escolar, sobre la relación de un niño inglés rico con un niño hindú en la India, durante el periodo colonial de la reina Victoria.
El
niño que no quería ser diferente a los demás
Érase una vez un niño inglés llamado John, hijo de un militar que fue destinado a la India en el año 1876, año en el que la reina Victoria I fue proclamada emperatriz de este país. John es el primer hijo de Andrew y Elizabeth, es un niño muy despierto con gran interés en aprender al que le gusta jugar con otros niños, cosa que no puede hacer con sus dos hermanos ya que éstos son bastante más pequeños que él. Desde su llegada a este nuevo país cada mañana recibe clases con una profesora inglesa que le enseña entre otras asignaturas la historia de Inglaterra y de cómo han llegado a vivir a este lejano país. Aunque John está muy interesado en aprender, a veces se distrae viendo por la ventana de la habitación donde estudia, cómo un niño indio de unos siete años acarrea recipientes con agua para llevárselos a su madre, la cual trabaja en el servicio de su casa y desea poder jugar con él. Tras terminar su clase, John sale de su habitación con la intención de buscar al niño indio que vio durante la mañana, al que encuentra en la cocina partiendo verduras y le pregunta que porqué él está haciendo esos menesteres y no recibe clases como él, a lo que él responde que es su trabajo y que cada día debe ayudar en las tareas de la casa para que él y su familia puedan estar cómodos y bien atendidos.
Al día siguiente cuando comenzó su clase diaria John preguntó a su profesora a cerca de la India y de porqué algunos niños trabajaban y él no, a lo que ella respondió que tanto en Inglaterra como en otros lugares había niños que trabajaban. Ella le dijo así: "Mira John, me gustaría que te dieras cuenta de que eres un niño con suerte, ya que tu vida es muy cómoda en comparación a la de otros niños. La vida es muy dura tanto en nuestro país como en otros para muchas personas. En nuestro país existe un sector muy importante de la sociedad, en la que muchos hombres, mujeres y niños trabajan durante horas en fábricas para poder alimentarse, trabajo que está mal pagado y que no les llega para poder vivir dignamente. Es en parte ese, el motivo de que hoy estemos viviendo en este país, además de algunos otros… Desde hace unos años se han creado en nuestro país muchas fábricas en las que se obtienen productos en grandes cantidades, productos que tienen que venderse y para los que se deben buscar materiales para su fabricación. En nuestro país no pueden venderse todos estos productos, así que existen personas que buscan nuevos lugares en los que poder vender todos estos bienes y además buscar materiales para poder seguir fabricando nuevos productos. Cuando las personas de nuestro país llegaron a este continente (Asia) y a otros en el mundo como África, observaron que los nativos de esos nuevos lugares eran personas con menor conocimiento, con distintas creencias a las nuestras, a las que pudieron doblegar debido a nuestra superioridad militar. Este hecho ha dado lugar a que tanto este país como otros en los que han llegado personas de otros países con más nivel de civilización, hayan desarrollado en algunos aspectos sus formas de vida como es el caso de las construcciones de medios de transporte, como es el ferrocarril. Pero todas esas mejoras que se han aportado a esos lugares a los que han llegado personas extranjeras no hacen felices a los nativos, ya que sus formas de vida se han visto cambiadas debido a la llegada de personas con diferentes costumbres, las cuales imponen sus normas. Pero bueno John, no sé si habrás entendido lo que he intentado explicarte, pero si no es así ya lo irás entendiendo cuando seas un poco mayor.
John quedó pensativo ante la explicación de su profesora y la verdad es que, en parte, sí entendió lo que ella le había explicado. Pero lo que no le quedaba nada claro es por qué había personas que tuvieran que trabajar para otras, él no se sentía diferente para nada en relación al niño indio con el que pensaba jugar cada vez que tuviese ocasión. Y realmente fue así. Cada día John esperaba impaciente el momento en el que Muley (el niño indio) acabase sus tareas para poder jugar con él.
Érase una vez un niño inglés llamado John, hijo de un militar que fue destinado a la India en el año 1876, año en el que la reina Victoria I fue proclamada emperatriz de este país. John es el primer hijo de Andrew y Elizabeth, es un niño muy despierto con gran interés en aprender al que le gusta jugar con otros niños, cosa que no puede hacer con sus dos hermanos ya que éstos son bastante más pequeños que él. Desde su llegada a este nuevo país cada mañana recibe clases con una profesora inglesa que le enseña entre otras asignaturas la historia de Inglaterra y de cómo han llegado a vivir a este lejano país. Aunque John está muy interesado en aprender, a veces se distrae viendo por la ventana de la habitación donde estudia, cómo un niño indio de unos siete años acarrea recipientes con agua para llevárselos a su madre, la cual trabaja en el servicio de su casa y desea poder jugar con él. Tras terminar su clase, John sale de su habitación con la intención de buscar al niño indio que vio durante la mañana, al que encuentra en la cocina partiendo verduras y le pregunta que porqué él está haciendo esos menesteres y no recibe clases como él, a lo que él responde que es su trabajo y que cada día debe ayudar en las tareas de la casa para que él y su familia puedan estar cómodos y bien atendidos.
Al día siguiente cuando comenzó su clase diaria John preguntó a su profesora a cerca de la India y de porqué algunos niños trabajaban y él no, a lo que ella respondió que tanto en Inglaterra como en otros lugares había niños que trabajaban. Ella le dijo así: "Mira John, me gustaría que te dieras cuenta de que eres un niño con suerte, ya que tu vida es muy cómoda en comparación a la de otros niños. La vida es muy dura tanto en nuestro país como en otros para muchas personas. En nuestro país existe un sector muy importante de la sociedad, en la que muchos hombres, mujeres y niños trabajan durante horas en fábricas para poder alimentarse, trabajo que está mal pagado y que no les llega para poder vivir dignamente. Es en parte ese, el motivo de que hoy estemos viviendo en este país, además de algunos otros… Desde hace unos años se han creado en nuestro país muchas fábricas en las que se obtienen productos en grandes cantidades, productos que tienen que venderse y para los que se deben buscar materiales para su fabricación. En nuestro país no pueden venderse todos estos productos, así que existen personas que buscan nuevos lugares en los que poder vender todos estos bienes y además buscar materiales para poder seguir fabricando nuevos productos. Cuando las personas de nuestro país llegaron a este continente (Asia) y a otros en el mundo como África, observaron que los nativos de esos nuevos lugares eran personas con menor conocimiento, con distintas creencias a las nuestras, a las que pudieron doblegar debido a nuestra superioridad militar. Este hecho ha dado lugar a que tanto este país como otros en los que han llegado personas de otros países con más nivel de civilización, hayan desarrollado en algunos aspectos sus formas de vida como es el caso de las construcciones de medios de transporte, como es el ferrocarril. Pero todas esas mejoras que se han aportado a esos lugares a los que han llegado personas extranjeras no hacen felices a los nativos, ya que sus formas de vida se han visto cambiadas debido a la llegada de personas con diferentes costumbres, las cuales imponen sus normas. Pero bueno John, no sé si habrás entendido lo que he intentado explicarte, pero si no es así ya lo irás entendiendo cuando seas un poco mayor.
John quedó pensativo ante la explicación de su profesora y la verdad es que, en parte, sí entendió lo que ella le había explicado. Pero lo que no le quedaba nada claro es por qué había personas que tuvieran que trabajar para otras, él no se sentía diferente para nada en relación al niño indio con el que pensaba jugar cada vez que tuviese ocasión. Y realmente fue así. Cada día John esperaba impaciente el momento en el que Muley (el niño indio) acabase sus tareas para poder jugar con él.
Tomado de La Factoría de la Historia
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